domingo, 6 de septiembre de 2009

NO INTERCAMBIAR PROBLEMAS DEL HOGAR CON EL TRABAJO


Asimismo, nunca lleves tu problemas laborales a tu hogar, ni los problemas de tu hogar a tu trabajo, pues ninguno de los ámbitos tiene responsabilidad de lo que ha ocurrido en el otro, hay que actuar como en la historia de: “El árbol de los problemas”, el cual dice así:

“El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó, lo hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se niega a arrancar”.
“Mientras lo llevaba a su casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos me invitó a conocer su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando la punta de las ramas con ambas manos”.
“Cuando se abrió una puerta, ocurrió sorprendentemente una transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dió un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta el carro”.
“Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que había visto hacer un rato antes. " Oh, ese es mi árbol de problemas ", contestó. " Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego mañana los recojo otra vez”.
“ Lo divertido es ", dijo sonriendo, " que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior”.